Que quede bien claro lo siguiente: el presente no es un texto homofóbico. Es tan sólo la airada respuesta de una persona que ya está cansada de los atropellos sistemáticos que viene sufriendo la comida criolla.
Que de un tiempo a esta parte, palabritas cojudonas como "comida novoandina" estén en boca de todo el mundo, vaya y pase, pues; después de todo, moda siempre habrá desde la ropa hasta la comida.
Que Gastón Acurio se haya convertido en el rey Midas de la comida en nuestro medio es también un hecho indiscutible y, hasta cierto punto, plausible.
Que la oferta de restaurantes en Lima y otras ciudades del país se ha incrementado en los útlimos años es también una verdad irrefutable y digna de ser saludada.
Pero que esta afrancesada costumbre de servir la comida en platos cuadrados,rectangulares, etc; decorados con cuanta porqueria se encuentre en la cocina y en porciones rídiculas alcance a un plato como el Ají de Gallina ya es asunto que debería ser de preocupación nacional. Es inadmisible, repito, inadmisible, que nos quedemos de brazos cruzados ante tamaña aberración.
Me rehuso de manera tajante y explícita a dejar que el Lomo Saltado termine convertido en un objeto ornamental. No me jodan, pues, de verdad, no me jodan. Qué buena vaina es eso de que hasta en hace pocos dias huariques y recovecos inmundos, solo porque el cachetón resinoso (Gaston)puso sus pies y sus cámaras, ahora te espolvoreen perejil al borde del plato (puta mare). Basta de hipocrecías, basta de engaños. El pueblo no quiere más atropellos.
No es posible que hasta en los cuchitriles más criollotes e infectos te vengan ahora con la cojudez de servirte el Arroz con Pollo en un círculo del diámetro de un anillo, con una inmunda y miserable pierna (que a veces ni de pollo es, sino de algun animal rosquete como el cordero) montada encima con un arreglo floral.
Puta madre, por qué diablos tienen que servirte la Causa en forma de rombo con alverjitas, paltas y mayonesa en forma de dibujitos alrededor. Porque una cosa es que el Acurio se mande con una mezcla abyecta que incluye pepián de maíz morado y jugo de tumbo (carajo, no hay plato que se escape de su siempre caldo de pescado ni de su maldito jugo de tumbo, aguaymanto, cocona o alguna de esas frutas cojudas, como diría Sofocleto), pero que de ahí vayas a la cafetería de tu centro de estudios o trabajo y te traigan a la mesa el locro del menú en bolitas formando una perfecta diagonal eso sí que es una pendejada de las más indignas.
¿Hasta dónde quieren llegar con todo esto? ¿Es esta una maniobra inmunda de esa mafia de los clubes gourmet? ¿Acaso estamos condenados a comer un plato de Carapulcra de una sola cucharada? Esperemos que la situación cambie drásticamente y pronto. De lo contrario, me veré obligado a tomar medidas serias.(jajajaa)
Atte: Mi viejo (Gracias Vinagreto Biliar)
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